Ya he dicho en otras ocasiones que cuando conocí a Gina me enamoró su sonrisa pero después de tener la suerte de compartir su Boda quedé totalmente enamorada de su sensibilidad y ternura. Vivió su Boda con tanta emoción y nos regaló momentos que transmitían tantas cosas bonitas que nos hizo recordar una vez más porque nos encanta nuestro trabajo. Porque tenemos la gran suerte de compartir momentos mágicos, la suerte de conocer personas maravillosas que nos abren las puertas de su casa, de su vida y de su parcela más intima y eso señores no tiene precio! Nos trataron como uno más en su gran día y es toma poco hay manera de agradecerlo. Solo esperamos conseguir que ellos tengan el recuerdo real del que fue uno de los días más felices de su vida y que lo hayamos conseguido a través de nuestro trabajo... Solo así tendremos la recompensa a cualquier esfuerzo! Chicos, gracias por vuestra implicación, por confiar en nosotros y por permitirnos contar vuestra historia de amor 😉